Cada vez que alguien me pregunta sobre mi historia, sonrío. Sonreír es lo único que puedo hacer, especialmente en situaciones malas, cuando nos sentimos incómodos o cuando los recuerdos nos atraviesan y comenzamos a recordar lo que pasamos durante nuestra vida.
Cuando era joven, todo lo que quería era ser una princesa, pero nací y me obligué a usar pantalones y no vestidos hermosos. ¿Qué hacer cuando eres un niño y la vida que sueñas y la persona que ves en el espejo no representa tu ser interior? Esto es parte de mi largo cuento de hadas. Es como me gusta describir mi vida, como un cuento de hadas, porque además del sufrimiento, todavía me gusta pensar que las hadas y las estrellas fugaces me ayudaron a hacer realidad mi sueño. El sueño de tener una belleza deslumbrante. Un día conocí a este famoso médico, que me ayudó a remodelar mi rostro y se convirtió en la mujer que soy hoy. Y me sometí a una reducción de mentón y mandíbula y a una rinoplastia en este lugar mágico en Bangkok llamado Hospital Estético Kamol. No podría haber hecho nada mejor y agradezco a todos los que estuvieron conmigo durante la cirugía y la recuperación. Nunca he sido más feliz en mi vida.
