Un mundo nuevo
Para Seda, una transexual de 22 años de Estambul (Turquía), viajar a Tailandia para someterse a una operación de confirmación de sexo era la primera vez que salía de su país. Naturalmente, estaba un poco nerviosa y no sabía muy bien qué esperar. La situación se resolvió pronto. Incluso la más mínima duda que pudiera haber tenido se disipó en cuanto la presentaron en persona a los médicos y al personal. Ya había oído hablar de la sólida reputación del Hospital Kamol a otras personas de Turquía que lo habían elegido como destino para sus operaciones. Además de su propia investigación, Seda sabía que Kamol era el lugar adecuado para ella. Una visita a las instalaciones del hospital la tranquilizó y la hizo "sentir muy emocionada y muy feliz al mismo tiempo".
Al cabo de tres semanas, Seda se sentía aún más segura y sabía que su operación había ido bien. Eso la puso en el camino de cumplir sus sueños. Y para Seda eso significa sacar el máximo partido a la vida, alcanzar sus ambiciones y hacerlo sin perder los pies en la tierra, tanto emocional como físicamente. Seda también siente que su experiencia ha sido un paso más que le permite desarrollar su vida como Dios quiere. Cree que la cirugía de confirmación de sexo forma parte del camino que está destinada a seguir.
Como muchos otros pacientes de Kamol, Seda siente que ha renacido, que ha empezado de nuevo. En el pasado, la vida que había construido era buena. Era optimista. Pero ahora que ha terminado la operación, Seda tiene aún más fe en el futuro. Lo que le depare y las oportunidades que le brinde su operación de confirmación de género harán que las cosas vayan cada vez mejor. "Todo me ha ido bien", dice Seda, "estoy muy contenta. Todo es perfecto".